Columna: CIUDADANAS, CIUDADANOS Y LA POLITICA / La visión ciudadana / Por Josefina Morales Zaragoza

CIUDADANAS, CIUDADANOS Y LA POLITICA / La visión ciudadana

Por Josefina Morales Zaragoza

Hablar de “política” resulta siempre polémico; claro la ciudadanía normalmente esta interesada en muchos temas, sobre todo el los temas básicos de la vida, y parece que la política es solo para unos cuantos, unos muchos o unos muy interesados.

Sin embargo, somos todo el tiempo seres humanos políticos, y ponernos a reflexionar sobre la política, es un tema multidisciplinario, un tema que además de ser de uso cotidiano, siempre causa controversias, que cada quién usa de diferente manera y que también se comprende de acuerdo a las circunstancias particulares.

Un ciudadano común, puede muy bien ser soñador e inocente cuando toca este tema, pues los alcances de la política pueden llevarnos al punto más alto de bienestar de una sociedad o al mas profundo hoyo de obscuridad.

Y bien, la ciencia política, es una disciplina encargada de abordar la reflexión de la “política” y, comparte junto con la filosofía, la historia de las ideas, la sociología y el derecho, temas comunes, necesarios para su mejor comprensión.

Y podemos partir de la pregunta ¿que entendemos por política?

Entonces, para responder lo que entendemos por política, según Sartori (1984), para los autores clásicos, y muy particularmente hablando de Aristóteles, “el animal político” era el equivalente al “animal social”, queriendo decir que el hombre se define por vivir “asociado”, en comunidad o de forma colectiva, por lo cual la política es algo ineludible a la misma naturaleza humana. Y por este hecho Sartori, señala que no ha sido Aristóteles quien acuña o descubre “la política”, sino que es Maquiavelo, que es quien autonomiza la política y la equipara al pensamiento y a la reflexión.

Cuando podemos distinguir lo anterior, entonces hemos establecido una diferencia entre el pensamiento político clásico y el pensamiento político moderno.

En la política clásica, es Aristóteles quien identifica a la política con el “ejercicio del poder”, los modos de adquisición y de utilización, su concentración y distribución, su origen y la legitimidad de su ejercicio. Y esta descripción queda enmarcada en la política clásica: quien tiene el poder, como lo ejerce y el enjuiciamiento de su ejercicio.

Y aquí deriva inmediatamente otras interrogantes que son parte de la misma reflexión y el análisis, sobre quienes son los que deben detentar (adueñarse y/o apropiarse) del poder, cuáles son los medios adecuados para obtener el poder y mantenerlo, y cuales son los principios que dan legitimidad para su correcto ejercicio, pues claro que hay maneras incorrectas de ejercerlo.

El pensamiento clásico, con Aristóteles nos lleva a un estudio de la política que esta ligado a argumentos éticos y a la búsqueda del bien común. Y con Maquiavelo, la política se distingue de la moral y de la religión, es el centro del poder y esta alrededor de la institución que hace posible su ejercicio: EL ESTADO. Y aquí resalta la ambivalencia (dos valores distintos o dos interpretaciones distintas) entre el poder y el Estado.

Ya hemos hecho los primeros intentos por definir a la política, y podemos ya considerar que esta serie de definiciones marcan una pauta de lo que debe ser “la política”, también estaremos de acuerdo que es una tarea compleja, que nos implica manejar términos que no nos son comunes ni cotidianos, y nos hace reflexionar que hablar de política se convierte en un debate, que causa controversia y desacuerdo, que es inherente a la misma política.

Bien ahora vayamos a otros intentos para definir la política, vamos a formar dos grandes grupos de concepciones sobre la política, y que quizás nos sean más comunes como idea que se maneja en discursos y debates: la política en sentido cooperativo y, la política en sentido conflictivo.

El primer grupo es donde los seres humanos, en su condición de ciudadanos, se unen en grupos para tomar decisiones colectivas y cooperativas.

En el segundo grupo, se inspira en una concepción “maquiavélica”, en donde la política es una actividad que genera conflicto entre los ciudadanos, grupos y sus intereses.

Existe esta dualidad en la política tal cual se definen estos dos grupos, y comprende tanto actividades de cooperación como las de conflicto (Leftwich 1984: pp.64-65)

Es el poder, el componente central de la “política”, y es lo que nos ha guiado en nuestras reflexiones, y es que, desde Aristóteles hasta Maquiavelo, se aprecia la relación que se establece entre hombres y mujeres, según la cual unos y unas mandan y otras y otros obedecen. Esta relación sigue siendo un tema de estudio e investigación, ya que esta relación no siempre se basa en la fuerza o en la violencia; también esta vinculada con ideas, creencias y valores (Del Águila, 1997, p.23)

Por esta razón quien considera que sabe más de política, quiere dominar y ser obedecido, para construir relaciones de poder a conveniencia, que claramente no es la única manera, pero es la más utilizada.

Se considera pensamiento político moderno a partir de Maquiavelo hasta Marx, que plantean como objeto de análisis al Estado, pues se vincula directamente con el origen de la ciencia política a partir del siglo XV. Y en la que diferentes autores aportan a la política moderna definiendo las formas de poder: crear un Estado Plural (Locke), democrático (Tocqueville), fuerte (Hegel), equilibrio de poderes (Montesquieu), Instrumento de una clase social (Marx) o incluso asegurar un compromiso entre las clases sociales (Kelsen).

La política moderna se ha redefinido, como concepto en términos de lo que se espera del Estado-Nación, como una institución que concentra y ejerce el poder.

Finalmente, hoy por hoy, la política, como objeto de reflexión, desde una perspectiva ciudadana interesada por como son los procesos políticos, en donde hoy es necesaria la pluralidad de discursos ciudadanos, sin demagogia, en donde el Estado ya no es el protagonista.

Queda pues abierto un debate sobre cual política es la que queremos vivir, y como deseamos ser parte activa de ella, hombres y mujeres, jóvenes y ciudadanos que han estado alejados de ella.