Columna: EMOCIONALMENTE FUERTES / Podemos lograrlo / Por: Psic. Josefina Morales Zaragoza
Columna: EMOCIONALMENTE FUERTES
Podemos lograrlo
Por: Psic. Josefina Morales Zaragoza
Cada ser humano enfrenta el sufrimiento emocional de diferentes maneras y con diferentes reacciones.
Para lograrlo, debemos de construir un método, el primero lo hemos aprendido de lo que vemos en otros seres humanos, algunas veces incorrecto y lleno de sufrimiento. En otras ocasiones cuestionamos la fortalece de algunos otros seres humanos, y no nos explicamos como lo han logrado.
Sin duda todos pasamos por estos procesos que nos construyen si sabemos manejarlos, o nos destruyen si no podemos ser objetivos y claros para salir adelante.
Muchas veces nos sorprende que habiendo sufrido mucho en algún momento de nuestra vida, podamos seguir con entereza en este transitar por la vida.
Podemos iniciar ayudando a los demás, quizás a un amigo y quizás también a un desconocido, en ambos casos, debemos diferenciar que la apariencia física fuerte, nada tiene que ver con la fortaleza emocional, pueden ir de la mano en ocasiones, ya que tener un cuerpo cuidado, bien alimentado ayuda en la seguridad y confianza.
Pero nuestras emociones son otro tema, aprender a enfrentar las diferentes pruebas que nos pone la vida, tiene que ver con tener una mente que sea capaz de reinventarse después de la adversidad. Y esto es posible construyendo una mentalidad positiva, que busque las oportunidades y los beneficios de eso que parece que nos hunde en una obscuridad que no nos permite ver nuestro hoy y nuestro futuro con claridad.
Para ayudar a un amigo, necesitamos empezar a empatizar y tratar de ponernos en su lugar, para hacer un análisis desde nuestra propia experiencia, buscando alternativas y soluciones, hablándolas con confianza y buscando animar a lograrlo.
Entonces consideramos fuerte y valioso a quien puede ayudarnos; y estamos ciertos que quien lo logra es porque ya ha trabajado en sí mismo durante algún tiempo, gestionando sus propias emociones y transformando esa fuerza a veces negativa, en emociones saludables. Con lo cual podremos continuar nuestro camino por la vida, logrando un crecimiento humano personal, que nos permite ver la vida desde una mejor perspectiva en donde el sufrimiento necesario, no tiene que ser eterno y puede gestionarse el cambio, por emociones positivas que nos construyan.
Ser fuertes emocionalmente, es el resultado de adquirir paulatinamente los recursos psicológicos adecuados, para hacer frente a cualquier reto. Debemos ser conscientes de lo que deseamos ser y decidir que queremos y que no queremos en nuestras vidas.
Cuando ya tenemos una lista de nuestras prioridades, podemos iniciar a trabajar con cada una de ellas, no desviándonos de nuestras metas de vida. Entonces podremos percibir las oportunidades de crecimiento de manera más clara, y entonces ya no habrá dudas o inseguridad.
La fortaleza emocional, está construida de vida, tiempo y experiencias, y de la mano de un construir desde nuestro interior de manera intima y honesta, para tomar decisiones y generar los cambios necesarios en nuestras conductas y maneras de reaccionar, con un ¿por qué? Y un ¿cómo? Que nos brinde bienestar y paz, para el logro de momentos disfrutables y felices, con acciones responsables.
Bien ya sabemos el “porque”: porque queremos crecer día con día, y no estar estancados en pensamientos y emociones que nos destruyen y destruyen a los demás que nos rodean o aman. Entonces iniciaremos un método que iremos construyendo de acuerdo a nuestra decisión y voluntad de ser mejores de manera consciente.
Ahora continuamos, identificando nuestras emociones, sobre todo las negativas: estoy triste, estoy enojado, estoy confundido, me duele el corazón, quiero llorar, tengo ganas de dormir mucho, quiero hacer daño, quiero destruir cosas o maltratar a otros seres vivos.
Aprender a gestionar la tolerancia, a que todas estas emociones no descontrolen nuestra vida, porque si son importantes, merecen un tiempo para meditar y reflexionar en el daño que nos causa y cual es la mejor manera de reaccionar que sea aceptable para mí.
Ser feliz es igual a emociones positivas, y las emociones negativas ya descritas, nos enseñan a negarlas, enmascararlas, ocultarlas, pero ahí están y necesitan ser identificadas para que den paso a la fortaleza emocional y no a un vivir de sufrimiento ante la negación de nuestras emociones que nos causan mucho daño, al hacernos intolerantes, frustrados, furiosos, lejanos, tristes, enfermos, y sin entusiasmo ni reacciones alegres que alimente nuestra vida para continuar construyendo.
Cuando podemos identificar las emociones negativas, estamos aceptando esa manera de reaccionar normal, pero que no debe vivir mucho tiempo en nosotros, no debe enfermarnos ni debe ser el obstáculo diario para no disfrutar la vida y todo lo bueno y positivo que hay en ella.
La tristeza tiene el poder de bloquearnos, el coraje no tiene límites, estas son de las emociones negativas que destruyen y no permiten vivir y disfrutar.
Si en lugar de ver un problema como el final de algo o un grave problema sin solución, y aprendemos a gestionar nuestro miedo y desanimo, transformándolo en un desafío, un reto o una meta, podremos colocarnos con nuestra mente y sentimiento en otro lugar desde donde se percibe todo diferente, y se logran cambios, nos volvemos más valientes, con miedo, pero sin dejar de caminar hacia las metas.
La gestión de emociones es buscar que algo que parece “malo” para muchos, y quizás los sea, seguramente tiene su lado positivo. Por ejemplo, no tener automóvil para llegar a un lugar nos obliga a replantear la ruta para llegar y la manera en la que nos moveremos, todo este ejercicio mental para solucionarlo puede ser molesto o malo, si queremos verlo así, pero organizándonos en los tiempo y trayectos en transporte publico o a pie, puede generarnos “ejercicio físico”, puntualidad, y beneficios a nuestra salud e imagen.
Cambiar la idea de que se nos cierran todas las puertas, porque mientras unas se cierran otras se abren; de manera metafórica. Y si lo aceptamos con fortaleza emocional, podremos percibir las otras “puertas que se abren” que son oportunidades que no veríamos si no somos fuertes emocionalmente.
Los cambios son parte de la vida, así que ante los cambios, ser entusiastas buscando oportunidades positivas, es parte de ser emocionalmente fuertes.
Y ser agradecidos cuando hemos logrado nuestras metas, agradecidos con todos y todo lo que haya aportando a nuestro logro, es un eco de nuestro interior que da reconocimiento a otros y que genera emociones positivas.
Y por último, lo hacemos pero a veces no de manera consciente, la “reflexión diaria” es practicar el ejercicio de la autoconciencia: en donde decidimos que debemos mejorar o fortalecer y que debemos soltar, que nos molesta y como solucionarlo, que nos preocupa y como ocuparnos en transfórmalo. Solo nos llevará pocos minutos…
No olvidemos que “hoy es el mejor día” para lograr cada objetivo, para seguirlo construyendo, sin miedos, sin ir postergando lo que tenemos que hacer hoy. La felicidad se trabaja diariamente, estar bien con nosotros mismos es una labor que se debe hacer con amor propio.
Es fuerte es quien conquista a los demás, pero poderoso es quien es capaz de conquistarse a sí mismo. Lao-Tse.
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