Columna: RENOVARSE O MORIR / LAS CAMPAÑAS ELECTORALES

RENOVARSE O MORIR

LAS CAMPAÑAS ELECTORALES

Por: Psic. Josefina Morales Zaragoza

Al día de hoy, las campañas de todo tipo han experimentado cambios, y las campañas políticas también, subrayando que el tiempo de pandemia ha dado nuevas características y tendencias a este tipo de campañas, en donde se construye una nueva sociedad de la información y el conocimiento.

La sociedad informada, el conocimiento de quienes son sus candidatos, el uso de las nuevas tecnologías y las cibercampañas. Es claro que para muchos dependerá en donde estén llevando a cabo sus campañas, los lugares de menor población o sin señal de internet o sin luz, merecerán otro tipo de estrategias, quizás las clásicas recorriendo a pie y saludando con sana distancia de manera presencial.

Ya que una campaña política es un instrumento para conducir al electorado por diferentes etapas, dentro de las cuales, el conocer a quien ostenta el liderazgo dentro de un instituto político dará la oportunidad de que los ciudadanos lo elijan como su representante y ostente el puesto de servidor público, para administrar las finanzas en pro de las necesidades y servicios que la ciudadanía tenga, en cada caso será diferente y dependerá del proyecto que haya construido el candidato y que también habrá de dar a conocer.

Y que hay de ¿cómo se hacía antes?, ¿cómo surgió todo esto? Pues les comparto que a través de la historia rescatamos, que las campañas electorales han pasado por diferentes etapas, en un inicio las sociedades principalmente agrícolas, las campañas eran el medio por el cual de manera mayoritaria, las masas de campesinos y jornaleros agrícolas, canalizaban sus demandas apoyando a caudillos y líderes regionales carismáticos, que eran quienes gobernaban bajo el esquema del caciquismo (influencia o dominio excesivo en la vida política y social de una comunidad).

En las sociedades industrializadas, las campañas se caracterizaban por la movilización electoral de obreros, trabajadores agrícolas e integrantes de las clases medias, bajo esquemas llamados clientelares y populistas.

A partir de los años 80´s ochentas y con la revolución tecnológica, se generan cambios profundos que con claridad vivimos al día de hoy, durante una pandemia que nos ha llevado a encierros precautorios, reflexiones y depresiones, y los sentidos puestos en los medios de comunicación tanto para el tema de salud como para el tema político, lejos de lo que han sido las campañas políticas anteriores, hoy la sociedad está sustentada en la información, las comunicaciones y el conocimiento y también la desinformación por los mismos medios, y todo sigue construyéndose.

Bajo la nueva realidad, las campañas políticas están experimentando cambios sustanciales, desde la forma de generar sus conceptos, su organización, su financiamiento, su proselitismo y como comunicarse con el electorado.

Al día de hoy el ciudadano regular, se encuentra dotado de mayor información, ya que se educa y tiene conocimientos en la mano, y me refiero a los dispositivos digitales que la mayoría tiene, están más conectados, sobre todo en su ámbito local y regional, lo pueden leer, ver y/o escuchar.

Y por esta misma razón está a disposición en la construcción de bases de datos para hacer proselitismo: telefónico, internet o por contacto directo, así se promueve el voto a favor de un determinado candidato o partido. Esto abona al tema de predicción de resultados, ya que es frecuente el levantamiento y uso de encuestas sobre las preferencias electorales, orientando así a muchos votantes para emitir su sufragio efectivo hacia candidatos o partidos.

Sabedores de que los votantes se enteran de política, y la comentan y discuten, informándose de los temas de la agenda pública y electoral, principalmente motivados por lo que ven, escuchan o leen en los medios de comunicación: televisión, radio e internet, estos medios ayudan a impulsar las campañas privilegiando las campañas mediáticas y las cibercampañas, por encima de las de contacto directo con el elector, sobre todo en las zonas urbanas, las zonas rurales tienen otros canales y es más eficaz la presencia física, con todas las nuevas normas sanitarias.

Y se descubre un nuevo tipo de elector, el que a través de su dispositivo digital esta mas informado, muy diferente al del pasado, y que demanda una mayor creatividad e inteligencia.

El poder articular nuevas ciberestrategias y campañas mediáticas altamente sofisticadas, con metas muy específicas, y tácticas que se vuelvan comunes en las partidos políticos y en los equipos de campaña, en donde se considera el tiempo de interacción y los perfiles de los usuarios, hacen posible la comunicación especifica con cada grupo de perfiles, para direccionar mejor el discurso del partido o candidato.

Al día de hoy tenemos nuevos partidos, nuevos candidatos con perfiles diferentes y actividades distintas, también la inclusión de más mujeres participando.

Al día de hoy sigue siendo un reto que de cada 10 diez posibles votantes, 3 ½ tres y medio no salga a votar; se sigue hablando de masas y esa forma de referirse al electorado es muy decepcionante, por esto la atención más personalizada a los votantes que no se consideran dentro del término “masas”, y que demandan una nueva comunicación que hable de los deseos, sentimientos y sus expectativas.

También con la pandemia que al día de hoy seguimos, con vacunas aplicadas a los médicos y primera línea de atención, recientemente inicio con los maestros y por rango de edad que corresponde al grado de vulnerabilidad a la enfermedad, más edad más riesgo, todas las nuevas normas de convivencia no deben olvidarse ni dejarse atrás, ya que la efervescencia de unas semana o meses, no debe poner en riesgo la salud pública ni de los que desean ostentar un cargo por elección. El objetivo de hoy, es que el electorado salga a votar, convencer a los renuentes, o los que se sienten excluidos, y ser partícipes como candidatos o votantes de un mejor país.

No sé de qué otra manera ser líder, más que a base del el ejemplo. Henry Kissinger.