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ESQUEMA DE PIRAMIDE / La codicia en una de sus expresiones más humanas/ Por: Psic. Josefina Morales

ESQUEMA DE PIRAMIDE


La codicia en una de sus expresiones más humanas


Por: Psic. Josefina Morales Zaragoza


Si alguien te invita a un “negocio” que de entrada llena tus expectativas, sino que también te sientes afortunado de ser tu elegido o elegida para ser invitado, deberías de hacerte unas puntuales preguntas antes de aceptar.


Procura que no seas la victima de lo que le han hecho a otros; y que no seas tú la siguiente víctima de un fraude. Lo tienen ya tan bien estructurado que desde el contrato y las clausulas estas aceptando todas sus reglas, incluso aquellas que te parecen ciertamente mentiras, trampas y cero ética.


Es la llamada Estafa de la Pirámide, un negocio o inversión, “mágica” que se te presenta, como una gran oportunidad, y que te ofrece duplicar exponencialmente tu dinero.


¿Dudas?, pero el deseo de que sea verdad y que la persona que te invita, cercana o lejana, recomendada, o por el medio por el cual contacte contigo, te ofrece que tu inversión retornara en una cantidad mucho mayor en poco tiempo, y utilizando parte del dinero para pagar a los nuevos inversores, para pagar a los antiguos, da la apariencia que el “negocio” funciona.


Y este esquema también se modifica o tiene variaciones: te invitan a un curso o capacitación, con un costo de inversión “alto”, y durante el servicio de capacitación te ponen como metas: vender un activo falso o manejarlo como una donación, con un monto previo estipulado, y también invitar a otras “dos” personas a que ingresen al esquema que acabas de ingresar tú, con una inversión realizada por cada uno de ellos, como meta de tu curso o capacitación, para demostrar que estas capacitándote bien.


Si le quitamos el tema de tus “sueños” y “metas personales” ¿que quieres lograr?, y dejas al descubierto el tipo de esquema, encuentras que tú pagas una cantidad, ingresas después como meta de venta o donación otra, y además invitas a otras dos personas para que compren esté curso. En donde tus ganas, ciertamente un aprendizaje, sobre todo vivencial del propio esquema de pirámide, para luego hacer con tus invitados, lo que hicieron contigo, claro si tu ética te lo permite, o el enojo de haber sido defraudado gana.


Solo que en esta modalidad, no hay retorno de dinero invertido, porque el curso promete que tu conocimiento te llevara a obtener generación de ventas que sueñas para hacer crecer tu negocio, que dicho sea de paso eso solo será tu propio esfuerzo y organización.


En esta modalidad, tu estas trabajando para otros, no ganas de lo que inviertes, y además te piden invitar a dos para que “inviertan” en capacitación con la expectativa de ganar muchísimo más, ah, pero si no logras incrementar tus ventas, solo te regresaran tu “inversión” en capacitación; sí y solo sí, vendiste o donaste una cantidad previa estipulada y además ingresaste con su respectivo pago de inversión a dos personas más. Hasta aquí se lee, un muy bien cuidado esquema, en donde ellos que conocen su “negocio” se protegen bastante bien.


Nadie te obliga y desde el principio tu sentido común, tú lógica dice que algo no está bien, sin embargo tan segura se ve la persona que te lo dice que las dudas se van.


Aquí es donde debemos hacer un alto, y reflexionar, y saber que las oportunidades se presentan de muchas maneras, y sí existen, pero que SI debemos tomar un tiempo para reflexionar el costo-beneficio. Porque al final este tipo de engaño, del que podemos ser víctimas de fraudes, nos lleva a reflexionar fuera de la ética que podemos hacerle a otros lo mismo, o al contrario, detener este sistema que ha marchado contigo y otros, cuando no permitimos que entren más víctimas, ya que nunca hay un verdadero fondo o mecanismo de generación de beneficios para ti, desde la visión del trabajo, capacidades y conocimiento.


El costo de este aprendizaje es caro, y puede ser detectable, solo si nos damos tiempo de reflexionar y pensar, sobre todo dudar y cuestionar, hasta que nuestras preguntas tengan respuestas, aunque no sean los que nuestras expectativas crearon.


Estas “empresas” desde luego que no cuentan con el respaldo de los organismos de estado, de tal manera que los afectados no podrán recuperar el capital “invertido”.


Así que desista de encantarse cuando escuche de boca en boca, o por medios digitales entre amigos y conocidos, de esa maravillosa inversión u oferta, en donde con “invertir” un poco de dinero, y poco tiempo, usted obtendrá grandes ganancias.


Terminará “invirtiendo” su dinero en un negocio que consideran seguro y que les ofrece excelentes y maravillosos resultado, con un mal final o resultado. . . a menos que usted le hago lo mismo a otros y siga el fraude con otros.


Así se arrastra a familiares, amigos, conocidos que confían como usted confío, porque además se aseguran de afirmar que han conseguido grandes ganancias con mucho entusiasmo pero en realidad están repitiendo un esquema de fraude y pretenden recuperar su “inversión”, en otros casos usted no recupera su inversión, y además ayuda a reclutar a más “inversionistas”.


De esta manera la pirámide va creciendo, cada integrante, capta a otros nuevos integrantes, reciben un beneficio, a veces económico o a veces en servicios, pero se van poniendo metas que exigen para la mayor rentabilidad, el ingreso de más integrantes “inversionistas”, y cabe destacar que el beneficio que si lo hay, no lo tienen los que reclutan sino los que están en la punta de la pirámide, que saben y conocen como funciona este “negocio de fraude”.


Como detenerlo? Como lograr que no me afecte? Primero no corra riesgos sin informarse, y no con los que lo invitan que por supuesto le hablaran maravillas. la codicia o la necesidad, son ingredientes esenciales en este tipo de fraudes, así que hacer un examen honesto de conciencia nos ayudara a ser realistas: multiplicar su dinero de manera fácil, nunca será seguro y siempre será un riesgo para ser parte de un fraude. Hay tres acciones en la vida que no merecen ninguna compasión: la hipocresía, el fraude y la tiranía, frase de Frederick William Robertson.




A cualquiera que se descubra en un fraude vergonzoso, no se le volverá a creer incluso si habla con la verdad. Fedro.

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